De nuevo, tras su delicioso ¡Viva la ciencia!, Antonio Mingote y José Manuel Sánchez Ron, compañeros en la Real Academia Española, han unido fuerzas, esta vez para a estudiar, desde la maestría de sus dibujos y sus palabras, “todo aquello que está por encima de nuestras cabezas”, el mundo que comenzó a explorar el joven y atrevido Ícaro de la mitología. “Todo aquello que está por encima de nuestras cabezas” quiere decir, por supuesto, planetas, estrellas, cuásares, galaxias y otros objetos que pueblan el Universo, pero El mundo de Ícaro no se limita, en absoluto, a esto: también, y sobre todo, se ocupa de otros ciudadanos de los cielos: de las aves (sin olvidar estudiar de dónde surgieron éstas en la larga cadena evolutiva de la vida terrestre) y de las máquinas inventadas por los humanos para volar como ellas: globos aerostáticos, dirigibles, aviones y cohetes espaciales. Con placer, los lectores también encontrarán aquí respuestas a preguntas que se todos nos hemos hecho alguna vez; preguntas del tipo de ¿cómo es posible que vuelen pájaros o aviones?, cuestión que lleva a los autores a introducirse en otros mundos, los de pioneros como Leonardo da Vinci, los hermanos Montgolfier, Ferdinand von Zeppelin, Konstantin Tsiolkovsky, los hermanos Wright, Robert Goddard, Wernher von Braun, Sergei Korolev, la perra Laika, Yuri Gagarin o Neil Amstrong, y los de teóricos como Arquímedes, Bernoulli o von Kármán.