Terry Eagleton, uno de los principales críticos culturales del mundo, dedica esta obra al campo de la ética. Mediante consideraciones que abarcan distintos ámbitos como la tragedia, la política, la literatura, la moral y la religión, Eagleton traza un panorama de la ética desde Aristóteles hasta Slavoj Zizek, sopesando los méritos y las deficiencias de cada teoría y los compara con los planteamientos éticos del socialismo y la tradición judeo-cristiana, a su parecer más ricos.
Con un enfoque muy original, asigna cada una de las teorías que examina a una de las tres categorías psicoanalíticas de Jacques Lacan: lo Imaginario, lo Simbólico y lo Real, y muestra cómo esta perspectiva puede iluminar los puntos fuertes y las debilidades de una ética que se sustenta en la compasión, una moral impersonal de la obligación, y una moralidad basada en la muerte y la transformación.
Para Eagleton ética y política no son esferas separadas, sino “distintos puntos de vista sobre una misma realidad”. La ética es una cuestión de cómo podemos vivir unos con otros de la mejor manera posible; la política es una cuestión de cuáles son las instituciones más adecuadas para alcanzar este fin.