Un millar de las virulentas proclamas de la extrema derecha mediática que tan a menudo aparecen en los medios de comunicación.
¿Puede amparar el periodismo a aquellos profesionales que insultan, difaman o desprecian hasta el punto de desear el aniquilamiento de quienes no comparten su ideología? Los últimos acontecimientos políticos, económicos, sociales de la historia reciente de España -Zapatero, Rubalcaba, la crisis, el 15-M- deberían ser narrados e interpretados desde un foro de debate honesto y objetivo, que no se deje guiar por filias ni fobias. No obstante, algunos conocidos comunicadores de nuestro país han hecho de la desconsideración y el ataque despiadado sus armas de información. Las virulentas proclamas que a menudo escuchamos en la radio, televisión y leemos en la prensa ponen de manifiesto que el periodismo está enfermo, tal vez herido de muerte.
El periodista José María Izquierdo, defensor del valor terapéutico de la denuncia en cualquier ámbito, también en el profesional, nos ofrece en Las mil frases más feroces de la derecha de la caverna un millar de ferocidades, una antología que pretende recoger sin juzgar el griterío de una de las zonas más densas de la extrema derecha mediática, esa que todavía habita en las cavernas. El único juez es el lector.
Reseñas:
«¿Hay sitio para aquel que en el uso de un medio de comunicación desprecia los datos e incluso los históricos con tal de conformar una opinión cuanto más agresiva mejor, es decir, peor?».
Juan Cruz
«Esta extrema derecha habita en los pliegues del PP, no en otro sitio. Fue el embrión del partido y ahora parece su herejía, pero continúa en el seno de su Iglesia. Ningún concilio la ha condenado ni ninguno de sus seguidores ha sido expulsado».
Iñaki Gabilondo