Apartado a edad temprana de la convivencia con sus padres ysus hermanos, y abrumado por la dureza con que su padre quiso educarlo, don Juan Carlos mantuvo una peculiar relación con don Juan de Borbón, siempre mediatizada por la hipótesis dela restauración monárquica en España tras la Guerra Civil. Esa relación se quebró definitivamente tras la muerte accidental del infante don Alfonso, el Jueves Santo de 1956.
Esta es la reconstrucción histórica de toda una época, salpicada de noticias y anécdotas relacionadas con la vida íntima y la actividad social de los miembros de la familia real. Abel Hernández recoge numerosos testimonios de personas cercanas a don Juan Carlos y de los protagonistas de algunos de los acontecimientos más relevantes de aquel periodo. Dos testigos de excepción, las hermanas del monarca, doña Pilar y, muy especialmente, doña Margarita, aportan la dimensión afectiva a estas páginas. Ellas han compartido con el autor anécdotas y noticias, con frecuencia desconocidas para el gran público.