Amadeo vive en un pueblo pequeño y anónimo. Trabaja en un bar, juega a futbolín mejor que nadie y está enamorado de Laura, aunque ella no lo sabe. Su rutina sencilla se desmorona cuando Grosso, un joven del pueblo convertido en el mejor futbolista del mundo, vuelve dispuesto a vengarse de la única derrota que sufrió en su vida.
Con el futbolín, el bar, e incluso su alma, destreuidos, Amadeo descubre algo mágico: los jugadores de su querido futbolín ¡hablan, y mucho!
Juntos se embarcarán en un viaje lleno de aventuras para salvar a Laura y al pueblo, y por el camino se convertirán en un verdadero equipo.
Pero, ¿hay en el fútbol lugar para los milagros?