El olor de serrín, palomitas de maíz y la emoción llenan el aire de la tienda del Circo Splendido. El público se entretiene con el espectáculo, sin saber que al mismo tiempo sus carteras, móviles, y collares desaparecen sin dejar rastro… Suerte que los detectives de la agencia Quiénlohizo están allí para hacerse cargo del caso.