Anna, Elsa, Kristoff y Olaf se preparan para una divertida noche de juegos en familia. Después de jugar a las adivinanzas con mímica, cada uno propone un juego: las estatuas, ajedrez e incluso uno al que solía jugar Kristoff de pequeño con su familia trol. Olaf está decidido a encontrar el juego perfecto y puede que, sin proponérselo, haya conseguido inventar uno.