Un grupo de ballenas iba a pasar cerca y la princesa quería ir a verlas. Por el camino se encontró con su amigo Flounder, que se ofreció a acompañarla. Pero Ariel no le dijo adónde se dirigían, porque sabía que Flounder era muy miedoso. Cuando el pececillo descubrió que se trataba de ballenas, se sintió ofendido porque su amiga le había mentido. Por suerte, aclararon el malentendido y volvieron a ser los mejores amigos.