¿Qué es un héroe? Paige Nolan lo sabe. Edward Raynes, el joven que sacó
a la luz las técnicas de espionaje inconstitucionales de Estados Unidos, es
un héroe, aunque la mitad de los idiotas del país piense que es un traidor.
O los padres de Paige, periodistas capturados por los terroristas mientras
contaban la historia de los oprimidos amenazados. Ellos también fueron
héroes. Fueron… o lo son, porque nadie le ha dicho nunca a Paige si están
vivos o muertos.
¿Quién no es un héroe? Cualquiera de los miembros del gobierno que
abandonó a sus padres y les dejó pudrirse en algún lugar en la otra punta
del mundo. Y desde luego la propia Paige no es una heroína, ya que, pese
a hablar cinco idiomas y dominar varias artes marciales (¡gracias, mamá!),
no pudo hacer nada para salvarlos.
No pudo… hasta que conoce a Madden Carter, un agente secreto que
le otorga una misión: volar a Rusia, encontrar a Raynes y descubrir qué
otros secretos del gobierno ha recopilado. A cambio, él reabrirá el caso de
sus padres desaparecidos. Le proporciona un alias y una identidad falsa
como estudiante de intercambio.
¿Quién es un héroe? Paige Nolan no lo es, pero quizá, solo quizá, Liberty
lo sea.