«–¿Diga?
La voz de Emma, alterada y vulnerable, me habló a través de un mar de lágrimas. –Mamá… –sollozó– Me dijiste que no hiciera ninguna estupidez, pero la he hecho.» Jennifer Lewis, su marido Mark y sus tres hijos son la perfecta familia americana: ricos, guapos, listos, perfectos. Pero una llamada en mitad de la noche lo cambia todo y destruye la vida cuidadosamente construida de Jennifer. Su hija Emma, que
cursa un año universitario en Sevilla, ha sido detenida tras el brutal asesinato de otro joven. Jennifer se apresura a acudir a su lado, convencida de que la detención es un error terrible y decidida a hacer todo lo necesario para llevarse a Emma a casa.
Pero a medida que comienza a investigar el crimen, empieza a preguntarse si de verdad conocía a su hija. La policía acusa a Emma, y la prensa se hace eco de la historia, exagerando cada sórdido detalle.
Uno por uno, el equipo de defensa de Emma, su padre y finalmente incluso la propia Jennifer empiezan a tener dudas.