Eligió olvidar su nombre y borrar su pasado. Renunció a su libertad. Intentó no convertirse en gladiador. Pero acabó en el Coliseo para enfrentarse a su destino. No hay lucha más cruel que la que está a punto de comenzar.Hoy ha llegado su día. en pocos minutos, alguien levantará la reja y le obligará a luchar. Y él tendrá que combatir a muerte con su mejor amigo, en un enfrentamiento en el que uno de ellos caerá en el olvido de los vencidos. Puesto que en la arena sólo existe una ley: «O todo o nada».