Durante el reinado de Felipe II, dos mujeres —Ana de Mendoza, princesa de Éboli, y santa Teresa de Jesús— sostienen una batalla sin cuartel y se abren paso, cada una a su manera, en un mundo que pretende aplastarlas. La primera, en busca del triunfo mundano, trata de alcanzar la supremacía entre los grandes de España; la segunda, en busca de la unión plena con Dios, planta cara al fariseísmo religioso y burla las asechanzas del poder político.
Deseosas ambas de hacer realidad sus anhelos interiores, acabarán enfrentándose cuando Ana de Mendoza requiera a Teresa de Jesús para que funde bajo su patrocinio un convento en Pastrana. A regañadientes, Teresa accederá a los deseos de la princesa, pero no tardarán en saltar chispas…
En El castillo de diamante, Juan Manuel de Prada narra con gran brío y donaire este enfrentamiento, a la vez que se adentra en el alma de dos mujeres singulares e irreductibles y nos ofrece una visión sorprendente y original de una época en la que las expresiones más variadas de la fe religiosa libraban cortejo y combate con el poder político. Y todo ello con un estilo que bebe en las fuentes de la espiritualidad teresiana, la novela picaresca, el esperpento valleinclanesco y el humor cervantino.
La aventura de la santidad y la disputa por el poder presentadas como una novela de caballerías a lo divino, en una obra que se inscribe en la mejor tradición de la literatura española.