Una luna es el diario de un viaje acelerado, enloquecido, un «hiperviaje»: un mes de saltos entre Kishinau y Monrovia, Amsterdam y Lusaka, Pittsburgh y París, Madrid, Barcelona y Johannesburgo, en el que Martín Caparrós, enviado por una agencia de Naciones Unidas, se encuentra con jóvenes migrantes de muy diversas clases: mujeres traficadas, refugiados de guerra, polizones de pateras, niños soldados, víctimas del sida, pandilleros deportados, trabajadores, estudiantes, toda esa enorme población actual que, de un modo u otro, busca lugares nuevos para intentar vidas distintas. Una luna es una mirada sorprendente, distinta, sobre algunas de las cuestiones más calientes de estos años. Las migraciones, el drama del destierro, los abismos entre primer y tercer mundo, el lugar de las mujeres, los límites del hombre, las nuevas formas de viajar y las posibles formas de contarlo son algunos de los temas de este libro, que no esquiva -tampoco- la reflexión autobiográfica. Una luna es un pequeño gran libro y es, probablemente, el relato más íntimo de uno de los grandes cronistas contemporáneos.
«En este cambio de siglo, Martín Caparrós (Buenos Aires, 1957) es el cronista de viajes más importante de la lengua española. Si quisiéramos hacer un símil con la lengua anglosajona pensaríamos en Paul Theroux, quien también cultiva el libro de viajes y la novela, pero Caparrós me parece superior» (Jorge Carrión, ABC).
«Martín Caparrós es un clásico, sólo que nadie lo sabe. Caparrós es, hoy por hoy, el más importante escritor del periodismo narrativo: nuestro Capote, nuestro Kapuscinski» (Jorge Fernández Díaz, La Nación).
«Caparrós es un maestro de la crónica» (Juan Villoro, Reforma).