Alex y Santos son escritores y, en cierto modo, se necesitan. Alex tiene éxito, está de moda, pero ansía la buena reputación y la seriedad que le atribuyen a Santos. Santos es considerado un maestro, pero sufre una crisis creativa que lo está arrastrando a un pozo profundo. Un encuentro fortuito hace que los dos se conozcan y que, de un modo poco ortodoxo, decidan escribir un guion cinematográfico juntos.
Gente rara en situaciones comprometidas, esa es la premisa desde la que los dos autores comienzan a construir su historia. Una historia en la que sus propias experiencias serán también trasunto del guion: Daniel, un joven de familia acomodada que busca su identidad; Estrella, una mujer prisionera de sus decisiones; Natalia, cuyo deseo es imposible de saciar; Díaz, un hombre oscuro que aprovecha su poder para influir en los destinos de los que le rodean. Pero el juego de ficciones comienza cuando uno de los protagonistas, Daniel, empieza a escribir a su vez una novela sobre su vida en la que Alex y Santos son dos de los personajes.
Juan Miguel Hernández Gascón narra de manera magistral y crea una estructura metaliteraria que asombra por su originalidad y su sorpresa. Con continuos guiños sociales -la crisis, los desahucios, la economía-, históricos -el inicio de ETA, el franquismo-, y culturales -referencias al cine y homenajes a grandes figuras literarias como Raimond Chandler, Boris Vian, Juan Marsé, Augusto Monterroso o las transgresoras voces norteamericanas del S. XX-, el autor construye una historia con todos los ingredientes de la novela negra y con una intriga que no decae hasta la última página.