Un hombre se afeita el bigote que lleva años luciendo. Lo hace en secreto, para darle una sorpresa a su mujer. Pero cuando aparece ante ella con su nueva imagen, la esposa no reacciona. No parece ver en esa cara con que lleva años conviviendo cambio alguno. No parece percatarse de que su marido se ha afeitado. Es más, cuando éste le muestra su perplejidad ante la falta de reacción, ella le asegura que él nunca ha llevado bigote. Un gesto en principio sin mucha trascendencia –afeitarse el bigote– se convierte en el punto de partida de una pesadilla kafkiana para el protagonista de esta novela. ¿Es víctima de un juego, de una broma de su entorno más próximo? ¿Se ha vuelto loco y realmente nunca llevó bigote? ¿El mundo se ha confabulado contra él para ponerlo a prueba? ¿Afeitarse el bigote puede lanzarlo a uno al abismo? Escrita con un humor negro siempre inquietante, esta novela breve de Emmanuel Carrère –que el propio autor llevó al cine en una película protagonizada por Vincent Lindon– nos muestra un maelstrom que no está en medio del océano sino en la cotidianidad de una ciudad, pero que succiona con la misma fuerza al protagonista. Y lo conduce hasta el apoteósico y espeluznante final de este libro que deja huella. Porque queda avisado el lector: no podrá sacárselo de la cabeza una vez terminado.