Guido y Vincent son amigos desde niños, estudian en Cambridge (Massachusetts) y comparten sueños: Guido quiere escribir poesía y a Vincent le gustaría ganar el Premio Nobel de Física. Cuando Guido se encuentra con la extravagante Holly a la salida de un museo se enamora perdidamente de ella, pero presiente que no tendrán una relación fácil. Vincent, más abierto y alegre, conoce a Misty en el trabajo y, aunque ella es una misántropa terrible, estaría dispuesto a darlo todo por salir con ella.
A través de las relaciones de estos personajes, de sus cortejos, celos, rupturas y reconciliaciones en el Nueva York de finales de los setenta, Tantos días felices retrata a cuatro personas inteligentes y bienintencionadas que no pueden dejar de creer en el amor. Una maestra en la narración de sentimientos y relaciones afectivas, Laurie Colwin es uno de los secretos mejor guardados de la literatura norteamericana. Su prematura muerte en 1992 le privó del éxito que sin duda merecía; aun así, el número de devotos de sus peculiares comedias de costumbres no ha dejado de crecer desde entonces.
«Tantos días felices es una pequeña joyita que acaba de rescatar Libros del Asteroide con una excelente traducción de Marta Alcaraz.»Antonio Orejudo (Babelia - El País)
«Alabada sea Laurie Colwin, que ha escrito un libro sano y fresco como un zumo de piña (y con la misma dosis de crítica social). Regaladlo a amigos y amigas que tengan alrededor de treinta años, sobre todo si llevan una vida complicada, porque también tienen derecho a un rato -y a unos años también, en fin- de felicidad»Vicenç Pagès Jordà (Avui/El Punt)
«Laurie Colwin fue una excelente narradora costumbrista, de su tiempo y su gente, y que sus notables habilidades como tal las plasmó con toda soltura en Tantos días felices –su mejor novela- y he aquí por qué consigue atrapar la atención de uno pese a las debilidades y limitaciones de la trama argumental que, eso sí, sigue transpirando modernidad. Y un inmarchitable encanto.»Robert Saladrigas (Cultura/s - La Vanguardia)