«La idea de escribir este libro me la sugirieron unos amigos íntimos durante una partida de póquer, poco después de que me despidieran de mi puesto de trabajo en un banco de inversiones. La mayoría de los que estaban sentados a la mesa eran profesionales ajenos al sector financiero y, por simpatía hacia alguien que acababa de perder su puesto de trabajo, me preguntaron por qué me habían despedido. A medida que lo contaba se iban quedando cada vez más perplejos, al enterarse del desenfrenado tren de vida que había llevado mientras creaba y vendía miles y miles de millones de productos de titulización y derivados de créditos, más conocidos ahora como “activos tóxicos”. —Deberías escribir un libro titulado Cómo provoqué la crisis financiera —dijo uno de ellos—, porque parece que fue lo que hiciste.»
La historia de Tetsuya Ishikawa revela cómo un joven graduado de Oxford, inexperto y sin escrúpulos, empieza a trabajar en un banco de inversiones en el que se encuentra al mando de grandes sumas de dinero de otras personas y rodeado de millonarios que se dedican al champán, el caviar, las mujeres y la cocaína. Las escenas en los lujosos restaurantes de Londres o Manhattan o en los refinados burdeles de Fráncfort se suceden, mientras venden o negocian con unos productos financieros tóxicos ocultos en todo un entramado que pocos pueden entender. El libro de Ishikawa, que explica con habilidad los instrumentos financieros, es a la vez una historia sobre la inocencia perdida y una inquietante exposición sobre la codicia y la fragilidad del sistema bancario.