La joven pianista Vanessa Sexton había vuelto a su ciudad natal tratando de obtener algunas respuestas de su madre, de la que se había separado hacía doce años. Pero en aquel viaje también tenía que enfrentarse a Brady Tucker, el único hambre al que había amado y que ya le había roto el corazón en una ocasión. Vanesa creía que aquel enamoramiento era algo que ya no le podría afectar, pero cada vez que veía a Brady sentía unas emociones que no sabía si estaba dispuesta a aceptar.