Reencuentro
Habían pasado cinco años desde la última vez que se habían visto. Cinco largos años desde que el músico Brandon Carstairs le había robado el corazón a la cantante Raven Williams y se había marchado sin darle ninguna explicación. Ahora, había vuelto para pedirle que colaborara con él en un nuevo proyecto musical. Pese al doloroso anhelo que Brandon despertaba en ella se sintió incapaz de decirle que no...
Cada vez que la miraba a los ojos, Brandon se daba cuenta del daño que le había hecho, pero estaba dispuesto a cualquier cosa con tal de ver felicidad en la mirada de Raven.
Solo un juego
Parks Jones era insufrible y Brooke Gordon ardía en deseos de pinchar el globo de su ego. Por desgracia, también era brillante... y el protagonista de una campaña publicitaria que Brooke debía dirigir. Y ahí era donde estaba el problema. Para colmo, Brooke se sentía intensamente atraída por él, aunque no pensaba reconocerlo. Parks, sin embargo, tenía otros planes y estaba dispuesto a romper algunas normas para convencerla de que para él el amor no era solo un juego. Era para siempre.
Juego sin nombre
Johanna era una mujer de éxito que no entregaba fácilmente su confianza, y aún menos a un hombre que vivía expuesto a la opinión pública y con una legión de admiradoras que lo perseguían. Así pues, ¿por qué no dejaba de pensar en Sam Weaver? Sam se las ingeniaba para traspasar todas sus barreras defensivas y atraerla a sus brazos; era amable, encantador y ansiaba desesperadamente ganar aquel juego... cuyo nombre era “amor”.
"Nadie como Nora Roberts puede expresar la felicidad de los deseos conseguidos."
New York Times