El esperado desenlace de Sin reservas.
Todo ha vuelto a la normalidad... Al menos eso quiere creer Bea, aunque en la intimidad se permita el lujo de deprimirse o lamentarse. Su nuevo trabajo y su familia llenan parte del vacío que le ha dejado la separación con Max. No hay más remedio que tirar hacia delante, y cuando cree tenerlo todo más o menos controlado, reaparece en su vida el hombre al que amó con locura y que acabó abandonándola a su suerte. ¿Merece la pena seguir odiándolo? ¿Será capaz de aceptar el pasado para poder disfrutar del presente?